Errores al lanzar un token que arruinarán tu proyecto

¿Te dijeron que podías lanzar un token en 5 minutos y sin invertir un euro?

Sí, claro. Y también te dijeron que hacer abdominales 10 minutos al día te daría un six-pack.

La realidad es otra. En Web3, lanzar un token es lo más fácil del proceso. Hay plantillas, contratos open source, plataformas low-code...
Pero lograr que ese token tenga vida propia, utilidad y comunidad... eso es otro cantar.

En Tutellus llevamos desde 2017 ayudando a lanzar proyectos tokenizados.
Hemos creado más de 100 tokens reales, entre propios, de alumnos y de empresas. Y si algo hemos aprendido, es esto: hay errores que se repiten una y otra vez.

Errores que pueden costarte la confianza, el proyecto y hasta tu reputación.
Hoy te los compartimos para que no caigas en la misma trampa.

¿Qué es un token y para qué sirve?

Un token es una representación digital de un valor, derecho o activo, creado sobre una red blockchain.
Puede representar muchas cosas: acceso a una plataforma, una fracción de un inmueble, una acción digital o incluso participación en decisiones de una DAO.

En el mundo Web3, el token es una herramienta, no el destino. Sirve para coordinar incentivos, distribuir valor y conectar usuarios con proyectos.

Pero como toda herramienta, si no sabes usarla... puede que termines clavándote el martillo.

¿Cuál es el proceso para lanzar un token?

Aunque hay mil formas de hacerlo, un proceso profesional incluye:

1. Definir el propósito y el tipo de token.
   ¿Utility? ¿Security? ¿Asset-backed? Esto cambia TODO.
2. Diseñar su economía.
   ¿Cuánto emites? ¿Quién lo recibe? ¿Habrá liquidez?
3. Desarrollar el smart contract.
   Puede ser en Ethereum, Polygon, Arbitrum, etc.
4. Auditarlo y validarlo legalmente.
   Nadie confiará en un token sin seguridad.
5. Crear una comunidad y narrativa.
   El token es el cómo, no el por qué. La historia importa.
6. Lanzarlo con liquidez y canales de distribución.
   DEX, pools, preventas, airdrops… el lanzamiento no es un botón: es una estrategia.

Los 6 errores más comunes al lanzar un token (que nadie te cuenta)

1. Subestimar el coste real del lanzamiento

Muchos creen que con 1.000 € basta.
La verdad: entre contratos, auditores, diseño económico, marketing y comunidad… puedes necesitar 10 o 20 veces más si quieres hacerlo bien.

2. Pensar que el token es el destino

El token es solo el vehículo, la herramienta.
Lo importante es lo que pasa DESPUÉS: mercados secundarios, incentivos DeFi, uso real…

3. Ignorar la liquidez

¿Quién va a comprar tu token? ¿Dónde? ¿A qué precio?
Sin volumen, no hay confianza. Y sin confianza, no hay holders.

4. No entender qué estás tokenizando

Cada tipo de token (utility, security, asset-backed) implica regulaciones, impuestos y estrategias distintas. Ignorar esto puede costarte una multa o el cierre del proyecto.

5. Lanzar sin comunidad

Tu comunidad es tu oxígeno.
No basta con abrir un Discord. Necesitas crear propósito, valor y pertenencia. Un token sin comunidad, es humo.

6. No tener una narrativa clara

¿Qué representa tu token? ¿Qué historia cuenta? ¿Por qué alguien lo querría?
Sin relato, es solo código.

¿Es libre y legal crear un token?

Depende del tipo.
Un token utility puede lanzarse sin demasiadas restricciones. Pero un security token o asset-backed token puede requerir aprobación legal, como ya pasa en países como España, México o Argentina.

En Argentina, por ejemplo, la CNV aprobó recientemente un régimen oficial de tokenización de activos reales. Una señal clara de que el futuro es regulado, sí, pero también tokenizado.

¿Cuánto cuesta crear un token?

Depende del enfoque.
Un experimento simple en testnet puede costarte casi nada.
Pero un proyecto serio, con contrato auditado, liquidez y legalidad, puede superar los 10.000 € fácilmente.

Y ojo: eso es solo el inicio. El coste real está en mantenerlo vivo y relevante.

¿Qué tipos de tokens existen?

• Utility tokens: acceso a servicios, funciones o privilegios dentro de un ecosistema.
• Security tokens: representan instrumentos financieros tradicionales (acciones, bonos).
• Asset-backed tokens: representan activos del mundo real (inmuebles, oro, facturas).
• Governance tokens: permiten participar en decisiones de un protocolo o DAO.
• Stablecoins: tokens con valor estable (normalmente anclados a fiat como el dólar).

Cada uno con sus ventajas… y sus regulaciones.

¿Y vale la pena lanzar un token?

Sí. Pero no para todos.

Si tienes un proyecto real, con usuarios reales, y una visión clara…
El token puede ser el catalizador de algo enorme.

Pero si estás buscando dinero rápido o montar “el siguiente Dogecoin", mejor invierte ese tiempo en otra cosa.

En Tutellus enseñamos a lanzar proyectos que merecen un token

Desde 2017, hemos vivido los aciertos y fracasos. Y los convertimos en una metodología práctica, real y accionable.

Por eso, si quieres aprender desde la experiencia —no desde la teoría—, te invitamos a que explores nuestro ecosistema:

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