En los últimos años el crecimiento de Bitcoin junto al incremento de demanda de las stable coins han provocado una avalancha de países interesados en explorar las CBDC (Central Bank Digital Currencies). Sin contar además la crisis del COVID-19, que ha impulsado la búsqueda de nuevas formas de mejorar la distribución de los estímulos financieros. En mi opinión si las CBDC en algún momento ganan popularidad y consiguen afrontar todos los retos que tienen por delante tan solo harán más visible y presente la propuesta de valor, en especial de Bitcoin, y de algunos otros activos digitales con características similares. Al fin y al cabo, las CBDC son una intención de mejorar elementos concretos de la infraestructura actual, y Bitcoin pretende mejorar el propio sistema.
¿Qué son los Activos Digitales?
El primera “moneda digital descentralizada” apareció en 2008 cuando Satoshi Nakamoto le dio nombre a Bitcoin, el primer activo digital que te permitía transaccionar y guardar valor al margen del sistema financiero actual. Su objetivo era resolver y mejorar algunos de los retos que el sistema actual fallaba en resolver, y 11 años más tarde parece que está en camino. Debido a la volatilidad presente en el activo -totalmente comprensible si tenemos en cuenta la función que se espera de él a largo plazo y la actual- un activo que tiene que aumentar su capitalización de mercado hasta magnitudes relevantes a nivel mundial debe ser volátil durante este recorrido. No obstante esta volatilidad hace menos interesante su adopción para gente que quiere beneficiarse de las ventajas de los activos digitales como Bitcoin sin los inconvenientes de esta volatilidad.
A raíz de aquí vimos una innovación preocupante para los líderes sobre la soberanía del dinero como los Gobiernos y Bancos Centrales con las stable coins. Estos assets tienes la función de mantener el valor a través de un peg 1:1 con las monedas FIAT, pero manteniendo esta el estado “digital”. Es decir, ahora disponemos de valores estables como los son los dólares pero en una red que funciona al margen del sistema financiero, que es transferible a nivel global a costes mínimos, que no se verá afectado por la volatilidad y sobretodo, con un settlement disponible 24/7, con menos regulación y con menos barreras de entrada en comparación a los servicios bancarios actuales.
El desarrollo de estos nuevos assets ha recibido el interés no solo de las economías nacionales sino también de las grandes corporaciones. La mayoría de monedas actuales, dejando de lado Dai -la más especial y que mayor valor aporta de todas gracias a su descentralización (para ver mejor esta concepto puedes ir aquí)- son generadas por empresas privadas con las que debemos confiar. El número de stable coins generadas dependerá de la cantidad en dólares que se tengan en una cuenta bancaria, por tanto los usuarios debemos confiar que los emisores no generan más monedas de las que tienen respaldadas. Obviamente hay algunas más confiables que otras, como lo es USDC, que constantemente demuestra su veracidad a través de auditorías.
Aparte de estas corporaciones que sueles ser casi todas exchange centralizados (Coinbase, Binance, Bitfinex) ha habido otros gigantes que han demostrado interés. En 2019 Facebook hizo público sus intenciones de generar una stable coin llamada “Libra” disponible para sus 2,7 billones de usuarios. Esto sin duda hizo que la mayoría de economías de replanteasen la emisión de monedas fiat digitales, ya que sino lo hacían perderían esta carrera contra las corporaciones, que podrían hacerse con el poder más preciado de las instituciones: la emisión y control sobre el dinero.
Según un estudio desarrollado por “the Bank of International Settlements” el interés sobre las CBDC en las economías desarrolladas se había disparado. El 80% de ellas estaban trabajando en uno, incluyendo la Fed, ECB, BoE y BoJ. Por contra, muchos de las países en desarrollo no le estaban dedicando tanto cariño como las economías más avanzadas.
Las CBDC representarían una mejora del sistema, esto está claro, pero con muchos daños colaterales. No hay que recordar que lo que hace de Bitcoin un asset increíblemente interesante es su descentralización y su imposibilidad de interferir en sus políticas monetarias. Las CBDC no son más que monedas creadas y controladas por los Bancos Centrales. Son una versión de las monedas FIAT pero en formato digital, así que no hay duda que va a heredar muchas de sus características de control.
Principales retos de las CBDC
A pesar de sonar como algo muy bonito, que el Banco Central Europea ahora emita un euro digital conlleva muchos conflictos y problemas que hay que resolver antes.
En primer lugar esta innovación representa una gran amenaza para los bancos comerciales. Con una stable coin los usuarios tendrán la habilidad de transferir y guardar valor fuera del sistema financiero. No tendrán la necesidad de depender de terceras partes para ejecutar estas acciones. Esto además provocará una reducción enorme en la entrada continua de capital en los bancos centrales, haciéndolos menos líquidos y menos rentables.
Por otro lado también será necesario una mejorar de la infraestructura financiera a nivel global. Esto incluye crear soluciones de pago, ofrecer servicios de custodia para activos digitales, servicios de exchange, wallets y un nueva regulación para afrontar esta nueva forma de dinero. Estas regulaciones incluirían vigilancia de los movimiento del wallets de cientos de millones de usuarios. Es decir, estamos hablando de un control sin precedentes por parte de los gobiernos sobre el movimiento y la contabilidad del dinero, además del control de la emisión y las transferencias.
Valor diferencial de Bitcoin frente a las CBDC
Por contra, las características más importantes de Bitcoin son contrarias a lo que ofrecen las CBDC: la descentralización y su resistencia a ser manipulado o censurado. Sus usuarios pueden transferir y guardar valor sin el riesgo que sus pagos sean bloqueados, que sus fondos se congelen o se los retiren o sin que sus cuantas se puedan embargar o confiscarse. Como hemos visto las CBDC son el otro lado de la moneda; todas las transacciones pueden ser analizadas y tus fondos pueden ser confiscados o congelados a voluntad. Pongamos en caso de China, si en los años siguientes China consigue generar su CBDC de forma efectiva obtendrá un control sin precedentes sobre su población, ya controlada a día de hoy. Las CBDC subrayan la propuesta de valor de Bitcoin, sobretodo en las sociedad democráticas, donde el aumento de control y le pérdida de la privacidad planteará muchas preocupaciones.
Además, Bitcoin no solo crecería por su propuesta de valor claramente diferenciada a las CBDC, sino que un impulso por parte del gobierno para fomentar la adopción de los activos digitales aportaría más conocimiento y educación sobre estos a la población. Las instituciones empezarían a adoptar los activos digitales, y la población empezaría también a hacerlo, mientras reciben educación sobre estos, llegando gracias a Bitcoin a la inevitable pregunta:
¿Qué es exactamente el dinero, por qué tiene valor y cuál es la mejor forma de dinero?
Las CBDC ofrecen ventajas en cuanto a las infraestructuras de pagos actuales pero manteniendo, incluso aumentando lo peor de las monedas FIAT: mantener la capacidad de dictar las políticas monetarias gestionando así la inflación, más vigilancia y control sobre que haces con tu dinero, y más capacidad para interferir en tu ahorros mediante el bloqueo de transacciones, congelar cuentas, embargarlas o incluso robarte a través del impuesto invisible de la inflación. Un cosa está clara: no debemos confundir las CBDC con Bitcoin.
Visto esto, la adopción de las CBDC no solo tiene retos internos como la pérdida de la importancia de los bancos comerciales, o el riesgo que no exista liquidez en esa forma de dinero, sino además que tendrá un competidor con muchos números de ganarle la partida. Las CBDC proveen menos libertad a sus ciudadanos sin aportar seguridad en cuanto a sus políticas monetarias. Bitcoin en cambio provee de libertad y seguridad a todos sus usuarios. Nadia tiene que pedir permite para usarlo, permite a todo el mundo transaccionar y almacenar valor sin estar expuesto al riesgo de las devaluaciones, la censura o los embargos. En la parte superficial las CBDC parecen que pueden desplazar al Bitcoin, ya que los dos son digitales. Pero la verdad es que por este mismo motivo Bitcoin es claramente superior: los dos son digitales pero con características monetarias completamente diferentes.
Como conclusión, las CBDC se enfocan en mejorar la infraestructura de los pagos mientras que Bitcoin pretende ofrecer una mejora del dinero en sí mismo, mejorando la tecnología monetaria usada en nuestra sociedad. De la misma forma que el internet superó a las otras tecnologías de telecomunicaciones, simplemente porque era superior. Las tecnologías monetaria también están sujetas a un proceso evolutivo conducido por el libre mercado, que busca la mejor tecnología para poder guardar y transaccionar valor en el tiempo y en el espacio. Durante los últimos 100 años esta competencia entre tecnologías monetarias a sido paralizado por la centralización de la moneda por los bancos centrales; Bitcoin es el primer fenómeno al margen de este "monopolio legal".
Bitcoin se inventó para no tener que depositar nuestra confianza en los Bancos Centrales que administran las políticas monetarias de dinero que usamos para guardar nuestra riqueza o de terceros (bancos, empresas de pagos…) y para poder almacenar y transferir dinero. En lugar de esto, los usuarios de Bitcoin confían en el código, abierto y verificable por todo el mundo, y el sistema de incentivos que hacen de Bitcoin la red más segura y confiable, además de estar abierta a todo el mundo sin ninguna excepción.
Para conocer mejor el valor intrínseco de Bitcoin puedes ver también este post dividido en seis partes (1, 2, 3, 4, 5, 6) o ver nuestro Bootcamp DeFi.
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